Hola, Feliz y lluvioso jueves en Monterrey. Ahi les va un chascarrillo que me mandaron por mail... a ver qué les parece.
Moisés, Jesús y un viejito decidieron disputar un juego de golf, y el campo se llenó de fanáticos antes del partido.
En el hoyo considerado como el más difícil porque tenía un lago en el medio, Moisés tiró primero. La pelota salió disparada, cayó en el medio del lago y se hundió. Moisés caminó hasta el borde, alzó su palo, hizo que se abrieran las aguas, bajó caminando hasta donde estaba la pelota y, de un golpe, la sacó del fondo. Con otro golpe, la metió en el hoyo la gente aplaudió emocionada.
Luego fue el turno de Jesús. La pelota salió igualmente disparada, e igualmente fue derecho al lago, pero de repente se detuvo y quedó suspendida a escasos centímetros de la superficie. Jesús caminó sobre las aguas y con un golpe mandó la pelota directamente al hoyo. La ovación de la gente fue ensordecedora.
Por último, le tocó el turno al viejito... La pelota, una vez más, cayó en el lago y se hundió, y el público hizo un respetuoso silencio preguntándose qué podría hacer el pobre viejo. De pronto, del agua saltó un pez con la pelota en la boca y, justo en ese momento, pasó un águila que lo pescó al vuelo. El águila se alejó volando por el límpido cielo llevando al pez en su pico, mientras éste sostenía aún la pelota. Entonces, apareció una nube negra, y de ella brotó un rayo que, pegando certeramente en la cabeza del águila, la hizo caer. En su descenso, el ave soltó al pez, el pez soltó la pelota y ésta cayó exactamente en el hoyo.
Primero se hizo un silencio dramático y luego la gente,enloquecida, irrumpió en cerrado aplauso para el viejito..
Jesús se acercó al viejito, que sonreía tímidamente, y le dijo:Papá !!!!!!!!!!... ASI NO SE VALE!!!
jueves, 23 de septiembre de 2010
jueves, 2 de septiembre de 2010
Sobre la comida chatarra... La Educación empieza en la Casa
Sobre la Comida Chatarra
La educación empieza en casa
La obesidad infantil es un serio problema hoy en día.
Actualmente la mayoría de los niños son muy groseros con los maestros... ya se perdió el respeto por la figura de autoridad (digo esto con conocimiento de causa). Si a los papás les gritan, imaginen a los maestros o a otras personas. Y esto es porque nosotros como papás lo permitimos.
El otro día leí una nota en la que se hablaba sobre la comida chatarra en las escuelas.
Como ya está prohibida la venta de comida chatarra en los planteles, algunos niños la llevan escondida en su mochila como lonche (Hasta aquí no pasa nada. allá esos papás que juegan con la salud de sus niños). Lo que me llamó la atención es que se habla de algunos niños a quienes sus papás les dejan llevar golosinas ocultas para venderlas entre sus compañeros.
Así de golpe, me pareció hasta chusca la nota; pero después me cayó el veinte. Díganme alarmista o exagerado pero yo creo que hay que ponerle atención.
De algún modo la gente busca una oportunidad de hacerse de unos centavitos extra, lo cual me parece que está bien y casi creo que justo y necesario; pero, también se está iniciando a estos niños como contrabandistas, y aunque se escuche feo, esa es la palabra.
Agreguen a esto la actitud burlona y orgullosa de infantes por haber evitado que los maestros le descubrieran o encontraran su "mercancía".
Agreguen a esto la actitud burlona y orgullosa de infantes por haber evitado que los maestros le descubrieran o encontraran su "mercancía".
Qué nos pasa, papás? Están viendo la tempestad y no se hincan?
Porqué mejor no procuramos crear un ambiente más sano para bien de los propios niños?
Hablar de valores es casi casi como sonar a disco rayado, pero es totalmente necesario retomar las enseñanzas de nuestros abuelos o bisabuelos. Probablemente el ejemplo de los padres no sea la más correcta, porque hace varios años que los papás no convivieron con sus hijos, ni les enseñaron el valor del trabajo y la satisfacción de alcanzar metas por su propio esfuerzo.
Estamos hablando de que hay toda una generación que se tiró por el caño: la generación en la que ambos padres (papá y mamá) debían trabajar para completar con el gasto y, en compensación, se volvieron "los mejores amigos" de sus hijos, convirtiéndose en padres permisivos que no se daban cuenta de cómo iba creciendo su retoño, y quizás hasta les festejaban sus travesuras o sus primeras maldiciones cuando el bebé recién empezaba a hablar.
No todo está perdido. Debemos poner más atención en la niñez. Debemos procurarles y ver sus necesidades y en la medida de lo posible apoyarlos. Me consta que muchos de ellos solo quieren platicar, sentirse escuchados. En lo personal trabajo ya con varios grupos de niños adolescentes.
En verdad, es ahora cuando podemos evitar que todos estos "arbolitos" crezcan torcidos.
Hablar de valores es casi casi como sonar a disco rayado, pero es totalmente necesario retomar las enseñanzas de nuestros abuelos o bisabuelos. Probablemente el ejemplo de los padres no sea la más correcta, porque hace varios años que los papás no convivieron con sus hijos, ni les enseñaron el valor del trabajo y la satisfacción de alcanzar metas por su propio esfuerzo.
Estamos hablando de que hay toda una generación que se tiró por el caño: la generación en la que ambos padres (papá y mamá) debían trabajar para completar con el gasto y, en compensación, se volvieron "los mejores amigos" de sus hijos, convirtiéndose en padres permisivos que no se daban cuenta de cómo iba creciendo su retoño, y quizás hasta les festejaban sus travesuras o sus primeras maldiciones cuando el bebé recién empezaba a hablar.
No todo está perdido. Debemos poner más atención en la niñez. Debemos procurarles y ver sus necesidades y en la medida de lo posible apoyarlos. Me consta que muchos de ellos solo quieren platicar, sentirse escuchados. En lo personal trabajo ya con varios grupos de niños adolescentes.
En verdad, es ahora cuando podemos evitar que todos estos "arbolitos" crezcan torcidos.
Hay que recordarles y que lo tengan siempre en mente lo que alguna vez dijo Don Benito Juárez: "El respeto al derecho ajeno, es la paz"; o lo que es lo mismo: Disfruta de todo lo que ves siempre y cuando no afectes a otra persona.
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